Para cerrar su paso por los Pirineos, el Tour de
Francia 2011 se enfrenta a una dura etapa con final en el durísimo Plateau de
Beille, segunda llegada en alto del macizo, propicio campo de batalla para la
pelea entre los mejores. Antes de afrontar dos etapas de transición, una
jornada de reposo y la recta final alpina, el pelotón se mide a un día de alta
montaña con seis puertos, aunque el último cobra un protagonismo especial, el
Plateau de Beille.
Una cima que sólo ha sido meta en tres ocasiones en
el pasado, pero que tiene la particularidad de que el ganador en la misma
siempre ha acabado de amarillo en París. Fue el caso de Marco Pantani en 1998,
de Lance Armstrong en 2002 y de Alberto Contador en 2007.
Sus 15,8 kilómetros de ascenso sostenido, con una
pendiente media del 7,9 por ciento, serán el plato culminante de una etapa de
168,5 kilómetros plagada de montañas. El ascenso al Col de Portet d´Aspet, de
segunda categoría, abrirá la jornada, seguido del Col de la Core, de primera,
del Col de Latrape, de segunda, del Col d´Agnes, de primera y del Port de Lers,
de tercera. En la cima de este último puerto, los ciclistas
tendrán por delante un descenso, prolongado y una transición 30 kilómetros
antes de iniciar el ascenso al Plateau de Beille.
EFE
- Agencia EFE -
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