El Cruce - Día 3
Atravesaron kilómetros de explotaciones ganaderas, sembradíos
y monte autóctono. Todo era calma y el ritmo de los hombres era sostenido,
rodando sobre los 30 km/h para llegar a destino a la hora señalada. La
presencia de la Policía de San Luis en todo momento facilitó la marcha y motivó
a los ciclistas. Pasado Luján quedan muy pocos kilómetros hasta el cruce donde
se toma el camino de ingreso a San Francisco del Monte de Oro, una preciosa
ruta de 10 km entre montañas con algunas curvas suaves. La gente se acercó a
ambos lados del camino para saludar el paso de la caravana, un preludio de lo
que sería la llegada a San Francisco.
Las primeras cuadras por el interior del pueblo
fueron muy animadas con la presencia de unas 200 personas que se agolpaban a lo
largo del recorrido hasta el solar histórico, donde está excelentemente
conservada la primera escuela fundada por Domingo Faustino Sarmiento. Nada más
aproximarse a la escuelita, los ciclistas del Cruce no pudieron contener la
emoción al ver a cientos de niños, maestras y familias enteras dándoles la
bienvenida con un cariño indescriptible. Unos pararon a tomar aire y tratar de
continuar con los ojos despejados, otros se bajaron y cubrieron los últimos
metros caminando. Esta demostración de afecto y la gran convocatoria era la
hermosa flor que dio la semilla de esta idea de diez amigos. Era la
confirmación de que decidieron con razón y avanzaron con todo el corazón. En el
interior de cada integrante del Cruce por la Educación se manifestó un inmenso
orgullo por ser parte de esta gesta. Se sintieron representantes de tantos
niños y jóvenes argentinos, se sintieron abrazados por padres y docentes, oídos
por dirigentes y funcionarios, se sintieron protagonistas de un sueño, de una
gran historia, de un hecho irrepetible y hermoso. La emoción crecía en cada uno
y la banda de la policía de San Luis sonaba triunfal, conmovidos al costado de
sus bicicletas, los ciclistas oyeron una marcha de San Lorenzo que resonará en
sus cabezas para siempre.
El tiempo acompañó a los ciclistas, dejaron atrás las
cálidas demostraciones de afecto del pueblo de Quines (San Luis) y un sol de
justicia les dio abrigo en las primeras horas de la mañana puntana. En la recta
de más de 50 km que separa Quines de Luján, el Cruce por la Educación fue
engrosando sus filas, primero un ciclista que se sumó al grupo, luego otro que
vino desde San Francisco y en poco tiempo hubo un auténtico pelotón de más de
20 pedalistas.
Luego vino el acto de recepción a cargo de
autoridades municipales, provinciales y de San Luis Libro, con palabras de
reconocimiento y agradecimiento al paso del Cruce por la Educación. Juanjo
Vargas hizo uso de la palabra y agradeció la adhesión del público, también la
recepción oficial e hizo una mención especial a los maestros, a las familias y
a sus orgullosos compañeros de ruta. Se entregaron presentes, también hicieron
lo propio los ciclistas otorgando medallas del Cruce por la Educación a
autoridades y colaboradores. La voz y la guitarra de Andrés Gómez amenizó la
recepción con bellísimas interpretaciones y cerró el evento el Himno del Cruce
en la voz de Silvia Lallana.
Hoy ha sido un día muy intenso, a diferencia de los
anteriores la ruta no presentó mayores inconvenientes, pero tanto afecto ha
podido con los ciclistas, dejándolos agotados y llenos, muy llenos de emoción y
un profundo orgullo que los llevará a recorrer mañana los primeros 100 km de
desierto. Será un día distinto, donde la asistencia jugará un papel
fundamental. Estos hombres están para este desafío y lo que se presente,
después de hoy, mucho más.
Informe: Juan Manuel Vargas
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